Día del Orgullo Friki 2007






Talleres de Henna



¡Aviso Importante!

Por cada comentario que escribáis en Sistema Anoat, un dólar será enviado a un niño camboyano sin brazos que está atado por el torso a la pata de un elefante.

Si no reenviais este mensaje, una niña muerta se os aparecerá esta noche mientras dormís, tendréis 15 años de mala suerte, el negro nazi os daá una paliza, os pincharéis con una jeringuilla cuando os sentéis en el cine, el messenger será de pago y no volveréis a probar la tortilla de patatas.

¡Esto no es ninguna broma, es totalmente en serio!

Mike Dohanson (Ohio) no escribió ningún comment y fue atropellado por un camión a la salida de su trabajo.

Louis Lopard (Vancouver) se limitó a entrar en la web y no opinar, y poco después cayó por una boca de alcantarilla mientras paseaba de camino a su casa.

Así­mismo, se dice que Helen Mibna (Sao Paulo, Brasil) fue perseguida varias calles por un chupacabras por quejarse reiteradamente de la falta de actualización de la web.

Gracias por vuestra atención.


Web optimizada para Firefox a 1024 x 768

 

  sábado, octubre 29, 2005

¡Qué Valor!

Hola visitantes. Quiero compartir con vosotros una experiencia algo frustrante que me ocurrió hace un par de días.

Estábamos Bea y yo dando vueltas por Callao, buscando algún disfraz para Halloween. La búsqueda fue un fracaso, así que decidimos darnos un pequeño homenaje e irnos a merendar a la prestigiosa Chocolatería Valor, la que está al lado de Callao. Hace un tiempo habíamos comprado unos bombones ahí, y la verdad es que estaban sublimes. Así que ahí fuimos.



Una camarera bastante rara nos sacó de la mesa junto a la ventana en la que nos habíamos sentado, porque era de cuatro personas, y nos llevó a una de dos. Bueno.


Cogemos la carta de chocolates. Después de pensar un poco y de hacerme la boca agua, decido pedirme un chocolate a la taza blanco que tenía una pinta estupenda. Costaba 4 euros, así que ya podía estar bueno...
A los dos minutos, me traen el chocolate. "Qué bien, qué rápido", pensé yo.
Nos ha jodío, no lo van a traer rápido. ¡Era un chupito! ¡Un puñetero chupito de chocolate blanco a la taza! Eso sí, en un taza muy bonita, ideal de la muerte, llena de florituras que no se comen, pero se pagan.
Ah, y estaba acompañado de tres avellanas. Uy, qué bien, ya me siento menos estafado y menos ultrajado.
Ya me siento más feliz por haber tirado 500 pelas por la taza del vater.

Como diría la Raja (The Reich):

¡Ah, pero qué valor!

Se me quedó una cara que me dieron ganas de decirle a la extraña camarera si era una broma. Yo miraba a Bea, que se reía mientras tomaba su valorcao y su bocadillo de chocolate, una merienda que le había costado casi la mitad que mi chupito de mierda. Me lo iba tomando a sorbitos, para no acabarlo muy deprisa. Pero me lo podía haber tomado en un sorbo, tranquilamente. Y además, no estaba ni frío ni caliente. Estaba templado. Pero qué coño es eso.

El chupito más caro de mi vida, vamos.

Cuando decidimos pedir la cuenta, nos damos cuenta de que en el Valorcao de Bea tenía que venir una sorpresa. Motivados por la euforia y por el surrealismo del momento, decidimos reclamar la sorpresa que nos correspondía como clientes que somos. La camarera nos dijo que ahora lo traía, que era un lápiz para niños. Bueno, pues un lápiz, qué bien.
Al rato viene, y me da una especie de tubito con una cuerda para colgártelo al cuello. Me dice: "es para la playa". Y se va. Yo abro esa especie de falo en miniatura y veo que está vacío. Nos descojonamos de risa. Qué bien, un pastillero para guardar las pirulas en mis largas noches de discoteca, y gratis.


Valor piensa en vosotras, chicas: he aquí un titánico tampón para esos días difíciles

Cuando vino a traer la cuenta, estuve a punto de decirle que lo había abierto, y que dentro no había ningún lápiz, pero al final pasé porque nos habríamos descojonado de risa.

Yo aprendí una lección de esto, y la quiero compartir con vosotros: Si vais a Valor a merendar, no pidais el chocolate blanco a la taza de 4 eurazos. O mejor, no vayais a merendar ahí.

¡Que viva San Ginés, eso sí es una chocolatería castiza y entrañable!

  lunes, octubre 24, 2005

Practicando un poco el periodismo

Como ya os he comentado alguna vez, este 4º curso de Periodismo parece que tiene buena pinta. Después del refrito inmundo de materias inservibles de primer ciclo (salvo tres o cuatro honrosas excepciones), por fin comienzan a enseñarnos algo de lo que se supone que deberíamos aprender en Periodismo. Esto es, aprender a maquetar y a crear una publicación. Hemos creado LIBEDA, una publicación cultural, para un trabajo que nos han encargado en Periodismo Especializado
Y aquí estoy, maquetando en mi casa con el Adobe Indesign 2.0, pirateado del Emule a mucha honra, volcando los textos de todo el grupo de trabajo. ¡Se acabó el tipómetro! Incluso fui el domingo como intrépido periodista a realizar una entrevista a la dueña de una cafetería de Madrid, con mi grabadora robada del periódico y un puñado de nervios, como cada vez que entrevisto a alguien. Soy muy tímido, qué le vamos a hacer. Aún así, salió todo muy bien, y me fui a casa muy satisfecho, convencido de que por fin estaba aprendiendo de una forma práctica algo útil para mi futuro. Me tiré 6 horas para convertir media hora de entrevista (6 hojas en Word) en tres columnas a media página, pero finalmente lo conseguí.
Me vuelvo a la maqueta, que siempre falta algo por retocar.
Hasta el próximo post, os dejo un par de fotomontajes de la estupenda web Worth1000. Si no la conoceis, no sabéis todo el potencial que el ser humano puede sacar al milagroso Photoshop.





Son buenos ¿eh? :D

  sábado, octubre 15, 2005

Hablemos de cosplay

Propicios días. Hoy os voy a hablar de algo que a mí particularmente me hace bastante gracia, o, como poco me llama la atención: el cosplay.
No, no es un grupo de pop melódico, ni un grupo de orondas mujeres de color cantando en una iglesia.
El cosplay, elemento indispensable en todo evento friki que se precie, se refiere sencillamente a esas personas que, inundadas por su elevado frikismo, deciden disfrazarse de su héroe favorito, o de lo que sea, para mostrarlo al resto de la comunidad friki en determinados eventos.


NO SE PUEDE SER MAS FRIKI. ES IMPOSIBLE.

YO ME INCLINO ANTE VOSOTROS

El resultado puede ser algo que merece la pena ver o, como veremos, algo bastante patético.


El origen del término está unir las palabras costume player, es decir, un pavo que lleva un disfraz. En cualquier salón del cómic, estreno galáctico u otro acontecimiento que llene de gozo la vida de estos peculiares seres podréis ver alguno de estos cosplayers. Los japoneses son los reyes del cotarro. Yo creo que su vida consiste en disfrazarse. De hecho, el sector otaku es el rey a la hora de disfrazarse.




Son los amos

Pasear por los alrededores del Salón del Manga te permitirá ver enormes chicarrones vestidos de Sailor Moon, niños vestidos de Pikachu y cosas aún más bizarras.

Voy a comenzar con algo que guardo en mis Favoritos desde hace tiempo. ¿Conoceis la película del Gran Lebowsky? Pues resulta que en EEUU la tienen reverenciada (no me extraña), y cierto día del año hacen el Lebowsky Fest, una convención en la que los fans de tan sensacional película rinden su peculiar homenaje al Nota y al resto de personajes. Aquí os dejo unas imágenes del Lebowsky Fest




¡¡Qué enorme!!




¡¡¡Jesus!!!


¡Es él!¡El Nota!

Anda que no se lo deben pasar bien los tíos :D
Si sois muy fans de la película (asumo que el 90% de los que están leyendo esto no la han visto, cosa que stá muy mal, pero bueno), podeis ver todas las fotos en la web del Lebowsky Fest

Seguimos con la muestra. Está claro que junto con el Señor de los Anillos y el manga en general, los fans de Star Wars son los ejemplos más claros que nos vienen a la cabeza a la hora de ver a un fulano disfrazado en un ocasiones así. Y no hay duda de que son los más entregados.


Este fulano está literalmente dentro de un blister de una figura gigante.


Yo no iba a ser menos, que también soy persona



Aunque, también es verdad, nos muestran cosas tan...digamos, raras, o desafortunadas como esta.


No hay palabras que hagan justicia a esto. Lo mejor, su cara de dignidad XD

Lo peligroso del cosplayer no es lo que haga con su ropa, sino lo que haga con los seres queridos que tenga a mano. Algunos ejemplos:


Mi pobre hijo irá así en Carnaval por culpa del enfermo de su padre



Dios mío, quién será el padre de este pobre inocente. Supongo que el Darth Vader de detrás.

A continuación, dos pinceladas que muestran el lado más trabajado y profesional del cosplay.


Salón del Cómic de Madrid. Vadery Antoñito Alcántara con un Lobezno casero calcao al de la película. Qué arte.


Vader con un pedazo de Blade. Hasta los colmillos parecen de verdad.

Y para finalizar, el lado opuesto: una pequeña recopilación de cosplayers sin ningún tipo de vergüenza, complejo o sentido del ridículo (más bien, de la decencia). Os advierto que podéis llegar a sentir vergüenza ajena. Avisados quedais


Muy triste. Muchísimo.


Imaginaos a vuestro padre y al vecino así.


Sin comentarios. De lo más triste que he visto en mi vida.


¿Y esto qué coño es?

Y esto es todo, visitantes. Hasta el siguiente post, y que la Fuerza os acompañe.






¡Frikis al Poder!

  sábado, octubre 08, 2005

Pequeña crónica de un día mágico

Hace dos días comencé el nuevo curso, y ya estoy agotado. Será que no me hago a la idea de madrugar como un animal los lunes y martes. O será que estaba muy a gusto tocándome las narices y sin hacer nada durante tres meses. Va a ser eso. Aunque la verdad es que por fin me siento en una universidad normal. El nuevo edificio donde hemos comenzado el curso los alumnos de segundo ciclo de Periodismo es amplio, está limpio, y nuevecito, aún no ha sido mancillado por los pijipis piojosos que pululan por la Facultad de Ciencias de la Información. Hasta las clases son más clases, y las asignaturas parecen útiles, y todo. A ver cuánto dura esto.

Hace bien poco he revelado muchos carretes de fotos, y entre ellos se encuentran las fotos del estreno del Episodio 3. Tienen muy mala calidad, pero creo que este evento merece aunque sea una pequeña crónica fotográfica.
No se puede enseñar con estas fotos el ambiente que había. De camino al Kinépolis, veias gente disfrazada, algunos de forma profesional, del secundario más secundario y con kilos de maquillaje. Y bajo un sol de justicia, preguntad a cualquiera y os dirá que se asó de calor. Eso es devoción. Yo iba con mi sable de luz de Anakin Skywalker y con una coleta de padawan en el bolsillo, elaborada con mucho amor por Bea, que siempre acaba metida en todos mis embolaos y frikadas varias. No era un disfraz muy consistente, pero yo iba muy feliz.



Dentro, más gente disfrazada, y un ambiente estupendo.


A mí ver gente disfrazada me pierde, ya lo sabéis.




Pues eso



Por un lado, gozo, frikismo e ilusión
Por el otro, calor, hastío y cansancio
¡¡Con lo bien que hubiera quedao la foto tio!!


De izquierda a derecha, Damián, Adolfo, yo, Igna, David y Bea

Una avalancha de personas se agolpaba frente a la entrada de las salas, esperando que alguien quitara el cordón para poder disfrutar por fin de la película que llevaban esperando toda su vida. La sensación general superaba la mera expectación. Había tensión, nerviosismo, y mucha ilusión. Siempre recordaré cuando la gente empezó a gritar y a aplaudir. Por fin habían levantado el cordón, diez minutos antes de que empezara la película, y toda esa carga emocional de decenas de frikis ilusionados había estallado.


Entre la multitud, más amigos

Camino a la sala donde se proyectaba tan esperado filme, la espectacular exposición de material Star Wars que pudimos ver en la zona de las taquillas se extendía por todo el pasillo. Libros, cascos, maquetas, dioramas, una auténtica gozada.
Justo antes de entrar en la sala, dos lores del sith comenzaron a luchar delante nuestro, sin más coreografía ni ensayo que su propio frikismo.
Ya dentro de la sala, minutos antes de que empezara la película, me comían los nervios. Había mucho Vader sentado en esa sala, muchos con sables de fibra de vidrio (una pasta), y hasta un Jar Jar Binks en las primeras filas, objeto de todo tipo de burlas y amenazas verbales.



El círculo se cierra, y nosotros vamos a verlo


Ya sentado y enseñando mi entrada, feliz como una perdiz

Cuando apagaron las luces, y apareció el logo de la 20 th Century Fox, el tiempo se paralizó. Había llegado el momento. Un ruidoso sector del público, entre el que yo me encontraba, comenzó a aplaudir a y gritar cuando apareció el mágico emblema de LucasFilm, el que te avisaba de que la espera había comenzado. Llevaba esperando ese momento toda la vida: el final de la saga, y a lo grande. No me podía creer que el momento hubiera llegado.


Cuando llegó el FINAL (qué digo final, FINALAZO) y aparecieron los créditos, aplaudí emocionado, muy feliz pero también muy triste. Sabía que no solo había terminado la película. Había terminado la saga, la posibilidad de ver un estreno Star Wars en un cine, la maravillosa espera de un nuevo teaser, un nuevo trailer. Había terminado, y no pude evitar sentirme bastante triste.

Pero Star Wars sigue viva para siempre en los verdaderos causantes de su éxito: los aficionados. Unas semanas después, regresé a ver el final de la saga, en la mayor sala de todo el Kinépolis (25) y, momento histórico, en formato digital. Era la 1 de la mañana, y la sala parecía un estadio de futbol. Estaba lleno hasta arriba, mucho más que el día del estreno. Cuando salí del cine a las 4 de la mañana, comprobé lo que ya me imaginaba: había disfrutado la película mucho más que la primera vez, y no tuve ninguna duda al afirmar que era la mejor de toda la saga. Ver algo así en formato digital es una auténtica maravilla visual, un lujo para los sentidos.
Igna y yo pudimos haberla visto a las 22:00, en otra sala, y en formato normal, pero el Episodio 3 se merecía el esfuerzo. Vaya si lo mereció.



Una foto MITICA, de las más frikis que tengo. Día del estreno, recién terminada la película, con los créditos de fondo aún proyectándose.

Que la vuelta a las clases os sea leve, y que la Fuerza os acompañe.



  sábado, octubre 01, 2005

Hoy, comida endemoniada

Ya he vuelto de Peñíscola. Lo hemos pasado muy bien. Moros y cristianos, balneario, excursiones con el inserso (verídico), pases de prensa que echan humo y atropellos culinarios varios.
Inauguro este post con unos documentos que pueden herir la sensibilidad de aprendices de chef, pinches y desfasaos del Arguiñano. No obstante, seguramente los amigos de la nouvelle cuisine le saquen algún uso.
Todo comienza en Peñíscola. Dos personas, expulsadas prácticamente de su apartamento debido a la cantidad de vajilla que espera a ser fregada, sale a la calle. Tras pasar el día recorriendo el mercadillo y caminando por la playa, deciden ir al supermercado que queda cerca de dicho mercadillo. Cerca del mercadillo, pero a hora y media de su apartamento. Es útil destacar que enfrente de donde se alojan hay un spar, pero ellos compraron ahí.
Está anocheciendo, y nuestros dos personajes deben cargar con las bolsas de la compra hasta llegar a lo que han acabado denominando casa. En Peñíscola hay dos taxis para todo el pueblo, y las paradas de autobuses han sido arrancadas de cuajo por algún tipo de deidad levantina. O por la cabalgata de moros y cristianos. El caso es que nuestros dos amigos deben llevar su carga andando, una carga que incluye patatas, galletas, spaghetti...y croquetas.
Tras una hora y media de caminata, llegan a su nidito de amor. Mientras uno ordena los víveres que acaban de comprar, el otro prepara unas deliciosas croquetas de La Cocinera.
Pasado un tiempo, el cocinitas se queja de que las croquetas, esas croquetas que está friendo con toda su ilusión, no se están haciendo. Están blancas, y blandurrias. Deducen que las han echado antes de que el aceite estuviera lo suficientemente caliente, por lo que quitan esas croquetas flácidas y echan el resto del paquete. Mientras uno de los dos mira la televisión, el cocinitas, tras haber esperado un buen rato, da la vuelta a las croquetas. Están blancas, se deshacen, y la espumadera se ha abierto paso a través de su viscosa forma. El cocinitas, hambriento y con ganas de croquetas, entra en frenesí, agrediendo con saña esa pasta inmunda hasta crear una especie de tortilla al grito de ¡Esto es una mierda!¡Una mierdaaa!
.

"Qué cocha ma buenaaaaa"

La cena está servida


"¡Qué rico! ¡Esencia empastada de croqueta a la vitrocerámica!"

Escalofriante.
Moraleja: si compras croquetas Sabrosísimas La Cocinera, no las pasees durante hora y media por la costa de Levante.

Pero aquí no acaban las aventuras gastronómicas de nuestros dos amigos, que va. La cocina paranormal aún tenía más sorpresas que depararles.

Unos días después, deciden hacer una rica, rica sopa de sobre. A uno de los dos se le ocurre una jocosa idea.

¿Hacemos una al microondas?

Sin dudarlo, metieron el agua y el contenido del sobre demoníaco en el microondas, y lo pusieron en marcha. Cada cierto tiempo, uno de los dos se acercaba a ver qué aspecto tenía esa sopa, pero desde fuera del microondas no se apreciaba ninguna anomalía.
El contador de ese aparato (que obviamente no era un microondas, era la antesala del infierno) llegó a 0. Sacaron el cuenco del microondas y enmudecieron. No daban crédito a lo que veían. Lo que debía ser una sopa era una pasta blanda y solida, que había adquirido la forma del cuenco y a la que solo le faltaba hablar. Los fideos estaban sepultados en el fondo de esa aberración.


"¡Saca el cuchillo y el tenedor! ¡Hoy toca sopa!"


Nada tan aterrador había salido de una cocina desde las Caras de Bélmez.

Como eran los padres de la criatura, uno de ellos sacó ESO del cuenco (con una facilidad sorprendente) y lo guardó, decidido a llevárselo a su casa para enseñarlo a la comunidad científica.
Y así es. Sobrevivió a la maleta, a un posterior viaje a Valencia y a la llegada a Madrid. Con todos vosotros, la sopa mutante.


"¡Ellos me llamaron loco! ¡Quién es el loco ahora! Muajajaja"


El engendro visto desde abajo. Fijaos en la enorme masa de fideos.

Esto lo hace Ferrán Adriá y los snobs de siempre pierden el culo por probarlo, los restaurantes lo copian y él se forra.
Estoy pensando en enviar tan impactantes imágenes a Milenio 3. A más de uno se le quitaría la vocación de golpe XD

Y para finalizar...


¡Felices 21, bellezón!

Sed buenos y cuidado en la cocina.
Recordad, existen otros mundos...pero están en este.
 


Sistema Anoat
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